Sobre mí

Sobre mí

De pequeña sueño con ser bailarina.

Mi danza es con la Vida.

Son ya 50 vueltas al sol, y en cada una de ellas hay muchas experiencias vividas, muchas elecciones y decisiones que me han traído donde ahora estoy.

Después de varios años haciendo Tai Chi me acerco al Yoga en enero del 2006 en la Escuela de Yoga Naradeva. Agradecida especialmente a Txomin Uranga – Ananta y a todo su equipo, empiezo a bailar de manera más consciente.

Comienzo a soltar y a tomar decisiones. Una de las más importantes es dejar mi trabajo como administrativa durante 15 años. Y en enero del 2007 imparto mi primera clase de yoga. Del tacón, el rabillo en el ojo y la oficina, paso a la bicicleta, la chancla y la mochila cargada de yoga. En ese momento siento que vuelvo a nacer.

En octubre del 2010 nace en Córdoba mi primer centro de yoga, Anahata, Yoga y Meditación.

Tras varios viajes a India entre el 2011 y 2013 donde me acerco al Ashram de Amma y al de Ramana Maharshi entre otros, y dejándome impregnar por la energía de ese país que me cautiva, descubro a Naveen Rana con quién transformo mi practica de yoga.

La danza es diferente. En mis clases aporto más técnica, manteniendo la presencia en el sentir. A partir de ese momento empiezo a impartir talleres y retiros, y a la vez sigo estudiando y ampliando mi formación de la mano de Danilo Hernández entre otros.

En el 2015 mis hermanas se suman al proyecto inicial y lo transformamos juntas creando, Anahata, Centro de Yoga, un espacio mucho más amplio.

En el 2017 la vida me tira de la bicicleta, me rompo una pierna y los meses de parada me llevan a la Escuela de Vida Consciente de Quebec, desmontando todo lo conocido. La simplicidad de la respiración consciente me acerca cada día más a sentir la luz, el alma que soy.

Y en el 2020 aparentemente la danza se para, entro en contacto con mi sombra, y siento un gran derrumbe en mi vida tanto en lo personal como profesional que afortunadamente soy capaz de transformar en oportunidad.

Una oportunidad para soltar.

Emprendo un nuevo camino en solitario aunque sostenida por la Luz: Anahata Yoga Consciente, un proyecto que voy creando cada día. Un espacio donde caminar y acompañar a otras personas hacia una nueva Vida. Adaptándome poco a poco a todo lo nuevo y asumiendo mi disponibilidad y responsabilidad de co-creadora del Nuevo Mundo, he dejado la ciudad y vivo de otra manera más sencilla y sostenible.

Sigo despertando cada día, respirando y bailando con la Vida.

¿Bailas conmigo?

Eva Garrido Jaraba
Ojja, el sonido de la Paz

De pequeña sueño con ser bailarina.

Mi danza es con la Vida.

Son ya 50 vueltas al sol, y en cada una de ellas hay muchas experiencias vividas, muchas elecciones y decisiones que me han traído donde ahora estoy.

Después de varios años haciendo Tai Chi me acerco al Yoga en enero del 2006 en la Escuela de Yoga Naradeva. Agradecida especialmente a Txomin Uranga – Ananta y a todo su equipo, empiezo a bailar de manera más consciente.

Comienzo a soltar y a tomar decisiones. Una de las más importantes es dejar mi trabajo como administrativa durante 15 años. Y en enero del 2007 imparto mi primera clase de yoga. Del tacón, el rabillo en el ojo y la oficina, paso a la bicicleta, la chancla y la mochila cargada de yoga. En ese momento siento que vuelvo a nacer.

En octubre del 2010 nace en Córdoba mi primer centro de yoga, Anahata, Yoga y Meditación.

Tras varios viajes a India entre el 2011 y 2013 donde me acerco al Ashram de Amma y al de Ramana Maharshi entre otros, y dejándome impregnar por la energía de ese país que me cautiva, descubro a Naveen Rana con quién transformo mi practica de yoga.

La danza es diferente. En mis clases aporto más técnica, manteniendo la presencia en el sentir. A partir de ese momento empiezo a impartir talleres y retiros, y a la vez sigo estudiando y ampliando mi formación de la mano de Danilo Hernández entre otros.

En el 2015 mis hermanas se suman al proyecto inicial y lo transformamos juntas creando, Anahata, Centro de Yoga, un espacio mucho más amplio.

En el 2017 la vida me tira de la bicicleta, me rompo una pierna y los meses de parada me llevan a la Escuela de Vida Consciente de Quebec, desmontando todo lo conocido. La simplicidad de la respiración consciente me acerca cada día más a sentir la luz, el alma que soy.

Y en el 2020 aparentemente la danza se para, entro en contacto con mi sombra, y siento un gran derrumbe en mi vida tanto en lo personal como profesional que afortunadamente soy capaz de transformar en oportunidad.

Una oportunidad para soltar.

Emprendo un nuevo camino en solitario aunque sostenida por la Luz: Anahata Yoga Consciente, un proyecto que voy creando cada día. Un espacio donde caminar y acompañar a otras personas hacia una nueva Vida. Adaptándome poco a poco a todo lo nuevo y asumiendo mi disponibilidad y responsabilidad de co-creadora del Nuevo Mundo, he dejado la ciudad y vivo de otra manera más sencilla y sostenible.

Sigo despertando cada día, respirando y bailando con la Vida.

¿Bailas conmigo?

Eva Garrido Jaraba
Ojja, el sonido de la Paz

Testimonios

«Te conocí en 2013 en esa pequeña sala de un edificio de Gran Capitán en Córdoba, y cuando acabó la primera clase mi pregunta fue ¿porqué no he conocido a esta profesora antes? Y sucedió, que tú y tus clases me diste la respuesta: ‘todo llega cuando tiene que llegar’. Me trasladaste tu pasión por el yoga, me enseñaste que el Yoga era algo más que las Asanas, que no se trataba de la forma del cuerpo sino de una forma de vida, y aprendí a llevar el estado de yoga fuera de la esterilla, porque el yoga se vive,  me di cuenta que no sabía respirar y me mostraste que la mejor manera de profundizar era la práctica, reconocí mi falta de humildad y de paciencia y tú me enseñaste a  sostener y a rendirme cuando era necesario. Gracias por los descubrimientos, internos y externos, esos retiros tan ‘currados’ para que pudiésemos disfrutar de esos lugares privilegiados y esos días tan vividos donde poder complacerse de una misma y del entorno. Gracias por el descubrimiento de la Escuela de Yoga Naradeva y Ananta, cada viaje a Segovia eran pasos de giganta que me hacía sentir mejor que nunca, porque me estaba convirtiendo en una mejor versión de mi misma gracias a ti mi profesora de Yoga y a esa escuela. Hoy en 2021 y gracias a esas vivencias soy profesora sin dejar de ser alumna, dar y recibir, como nos enseñaste, gracias es una palabra que se queda corta, maestra eva-atma, por abrirme  los ojos en este despertar de la conciencia y del corazón en cada una de las enseñanzas”.

Marta M.C.

“No podría expresar con palabras todo lo que Eva me ha ayudado en mi crecimiento personal en este largo camino que llevamos recorrido. Emocionalmente estaba muy débil, absorbido por el estrés y la monotonía diaria y, como alternativa a un tratamiento a base de pastillas, me recomendaron comenzar la práctica de yoga. Y desde noviembre de 2008 encontré en las clases de Anahata la paz y las herramientas adecuadas para adaptarme a cada cambio, a cada reto y, sobre todo, a escucharme, a observarme sin juzgarme, a respirar… Eva me ha enseñado a unirme mental y físicamente. Respiración, asanas, relajación y meditación conforman parte de sus clases, enriquecidas con sus explicaciones constantes, con una voz que son mantras en sí mismas, elementos que hacen que sus sesiones sean un “regalo” para mí. Hayas practicado o no yoga, si buscas estar un tiempo contigo mismo, te lo recomiendo”.

Claudio J.C.

“Mi experiencia en la práctica de yoga he aprendido a conocer mi cuerpo y a saber respirar para estar relajada. Las clases se hacen cortas con Eva, haciéndote sentir una Diosa”.

Encarni L.F.

“Ha sido un placer haberte conocido, pues gracias a ello he conocido el yoga, que para mí hay un antes y un después desde que llegó a mi vida. Yo siempre lo comento a mis conocidos, mi vida no hubiera sido igual sin el yoga, el  afrontamiento que he realizado en esta última década  no se si la hubiera podido llevar, otra manera de ver la vida, la persona como ser divino,,la conexión con el ser superior, el yoga como experiencia, como filosofía de vida, las personas que he conocido, y tú Eva mi iniciadora en el yoga, aunque también lo haya practicado con Mercedes y Pepa después, haciéndolo de forma presencial ahora con ella. Un placer siempre ,en cada sesión, en cada retiro en cada encuentro!!!!! gracias siempre!!!!!”.

Fidencia L.B.

“¡Es un REGALO del Universo el haber coincidido contigo durante varios años! La manera que tienes de VIVIR y TRANSMITIR el yoga y la vida, lo dice todo de ti. ¡La CALIDAD y CALIDEZ con las que nos arropas es ESPECTACULAR! Gracias por tanto! ¡Volveremos a coincidir!”.

Dana P.J.

“Llevo practicando varios años yoga con Eva y al principio me costó y me entristecía, pero me di cuenta que en las sesiones con ella sacaba mis emociones que no era capaz de sacarlas de otra manera. Ella nos contagio con su peculiar forma de ver la vida tan entusiasta y nos enseño a aceptarnos tal y como somos, y por supuesto con el ejercicio activamos nuestro cuerpo y nos curamos de nuestros males de la vida diaria. Os recomiendo que hagáis yoga con Eva, ya que es una buena profesional y todas/todos la sentimos como una amiga”.

Lola Z.M.

“Hace bastantes años que empecé a practicar yoga de la mano de Eva, la mejor profesora que puedas encontrar. Además de enseñarme asanas y posturas adecuadas a mis posibilidades,  me enseñó lo mejor del yoga, el aprender a aceptar, querer, respetar y cuidar mi cuerpo y mi mente, mi yo. Saber que existo y que me merezco vivir siendo feliz sin ningún motivo. Gracias Eva”.

Luisa M.G.

“Con Eva he descubierto el yoga. Me uní a sus clases hace 8 meses, y desde el principio se convirtieron en un oasis dentro de mi semana; siempre deseando que llegase el miércoles para encontrar ese rato conmigo, en el que siento equilibrio físico y emocional. Sus clases son muy completas y fáciles de seguir, ya que explica las asanas con mucha claridad. Esto es especialmente importante cuando las clases son online. También me encanta escucharla los primeros minutos de clase porque tiene una visión de la vida muy interesante, que me motiva y me hace reflexionar sobre aspectos de la mía”.

Rosario R.S.

“Muchas gracias a ti Eva por todas tus enseñanzas y por motivarnos cada día a conocer el yoga y todos sus beneficios”.

Mar M.M.

“Para mí el yoga fue un antes y un después en mi vida. Conocer a Eva cómo profesora y como persona fue un auténtico placer. Me ayudó a ver el mundo y todo lo que nos rodea desde otro punto de vista más calmado, más humano, más real, y a trabajar sobre todo con sentido común. A mover y equilibrar emociones, a conocer mejor a los demás y sobre todo a mí misma. A saber decir NO. A permitir pensar hoy de una forma y mañana de otra, sin remordimientos. A salir de mi zona de confort. A permitirme y a permitir o no a los demás y a muchísimas cosas más. En definitiva a ver el mundo desde otro punto de vista diferente y mejor. Gracias Eva”.

Mariángeles D.H.

“Soy Leonor PJ y en agradecimiento a mis profesoras Eva, Pepa y Mercedes del centro Anahata Yoga me dispongo a informaros de que: Tengo 64 años y durante más de 4 (hasta que la pandemia lo cortó de raíz) tuve la suerte de compartir con ellas varias horas semanales de Yoga. Cuando llegué al centro Anahata no tenía ninguna esperanza en que la práctica del Yoga pudiera ayudarme a mejorar mi vida personal y/o profesional dado que mi formación académica (soy médico desde hace 41 años y catedrática de Fisiología desde hace 12) y mis planteamientos vitales estaban muy alejados de la filosofía y forma de vida que defiende el Yoga. Pues bien, me equivocaba. Incluso desde el escepticismo más absoluto, no puedo dejar de admitir que, para mí, la práctica del Yoga con mis profesoras ha sido en muchísimas ocasiones una AYUDA INESTIMABLE tanto en lo personal como lo profesional por lo que os recomiendo encarecidamente su práctica y, a ser posible, con Eva, Pepa y/o Mercedes. Naturalmente, como médico creo que es innecesario que os recuerde que los beneficios del Yoga para la salud física son incuestionables. Un cordial saludo, Leonor”.

Leonor P.J.

“Compartir la esterilla con Eva es un regalo para los sentidos. No solo activa tu cuerpo y tu mente sino también tus emociones y el alma. En sus clases se comparten experiencias. Sin duda una actividad inigualable”.

Amalia L.

“Contigo estuve en el taller de sonidos conscientes, genial!!!. Ya había compartido contigo una sesión en Navidad, que me quede impresionada de cómo salía con la vibración alta.Yo había estado durante mucho tiempo en otro sitio y me gustó la experiencia de poder compartir con vosotras meditación, yoga, sonidos, etc. Me gustaría volver a retomar aunque sean clases sueltas, o hacer un retiro, aunque no siempre es fácil compaginar con vida familiar. Un abrazo enorme”.

María D.G.

“Mi experiencia contigo fue fenomenal me enseñaste muchas cosas para mi paz mental. Te sigo recordado con mucho cariño. Te deseo lo mejor”.

Lola R.A.

“Para mí practicar yoga contigo, me cambió la vida. No es un tópico, en absoluto, y nunca te lo he contado.  Me hizo ver cosas que no veía. Descubrir aptitudes y comportamientos, en personas muy allegadas, que me estaban destrozando la vida, y que sin esa práctica contigo, estoy convencida, que nunca hubiera apreciado. Me hiciste ver la Luz, y alejar de mí, la oscuridad. Nunca te estaré lo suficiente te agradecida”.

Mari Paz A.V

“Mi inicio en el yoga fue una de las experiencias más sorprendentes y duras que me han sucedido. Decidí viajar contigo a la cuna del yoga e introducirme en este mundo lo más cerca posible de su origen, para no saltarme ningún paso. No tardé en darme cuenta de que lo que estaba viviendo allí, removía mi interior de tal manera que tuve que huir, pero mientras decidía alejarme de todo aquello tu estuviste a mi lado en todo momento, no superé la situación, cada vez me veía más pequeña y apenas podía respirar, literalmente. En cambio, tú, cada día te veía más feliz, estabas dónde querías estar, engullías los días, los conocimientos, las clases de yoga. Lo que para mí era una tortura, para ti era gloria. Nunca olvidaré tu apoyo, tu acompañamiento, las noches en vela, los mantras, menudo descubrimiento, gracias a tus mantras, gracias a lo que me enseñaste pude calmar a ratos mi mente. Toda una experiencia que no supe valorar. Gracias por tus palabras en ese momento y en muchísimos otros momentos de mi vida”.

Nuria C.J.

“Te conocí a comienzos del 2009, y tus clases supusieron para mí un espacio de reconexión conmigo misma que me ayudó a transformar mi vida. Fue una de las etapas más bonitas de mi vida y la guardo en mi corazón. Además, conocí a personas, tú entre ellas, que vinieron a mi vida para quedarse y ¡estoy encantada por ello! Infinitas gracias, toda la suerte para tu nueva etapa, que la vas a tener seguro, y nos volveremos a encontrar, porque ¡nuestros caminos siguen juntos!”.

Eva M.V.

“Entré con Eva y de su mano en un mundo tan extraño para mí como el yoga. Su profesionalidad, junto con su sentido común, y el amor que vuelca en lo que hace, obró el milagro de hacerme pensar en mí mismo de una forma más íntegra y completa. Gracias Eva por empujarme a abrir ojos al corazón”.

Alfonso J.

“Sus clases presenciales me parecen maravillosa hay un antes y un después sales con calma tranquila y y mucha paz. Recuerdo con mucho cariño las clases de meditación. Hay algunas cosillas de entonces que me acuerdo y cuando llevo tiempo sin meditar me viene esos comienzos, me viene esa paz y esa calma y sobre todo es como volver a tu casa y te dices lo bien que me viene y hace tanto tiempo que no vuelvo a este lugar. Los retiros maravillosos unos encuentros de paz calma un encuentro contigo mismo es un antes y un después. Tus retiros son bonitos,  diferentes, siempre te traes lo que necesitas en ese momento. Algunos que hecho me han venido muy muy bien. Un antes y un después. Son salud y son muy necesarios para equilibrar tu cuerpo y tu mente. Me gusta mucho cómo los hace. Con muchas ganas de volver a hacer uno contigo”.

Mariló H.