Descansar supone no hacer.
En la práctica del yoga generamos espacios de descanso entre las asanas y al final de la sesión.
En estos espacios facilitan la escucha al cuerpo, despliegan la capacidad de sentir y ayudan a sanar el cuerpo.
La relajación consciente produce un profundo descanso a nivel físico y mental y permite al organismo integrar los efectos y beneficios de la sesión de yoga.
Savasana, la postura de relajación es una de las más importantes en una sesión.
En ella entramos en contacto con el sistema nervioso parasimpático y se ponen en marcha todos los mecanismos del cuerpo, se equilibra el sistema endocrino generando endorfinas, se libera la tensión acumulada y la rigidez muscular.
El relax físico genera relax mental que a su vez provoca una intensificación de la relajación física.
La relajación final en una sesión de yoga es la rendición a la inteligencia de la energía vital.